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El ojo de Sevilla

El ojo de Sevilla
miテゥrcoles, 25 de junio de 2008
(Publicado en ABC de Sevilla)

Una hermandad grande con un proyecto grandioso. La Hermandad de la Macarena estテ。 llevando a cabo un programa de asistencia a los hermanos mテ。s mayores de la corporaciテウn que se encuentran impedidos, para acercarlos a la basテュlica a participar en los cultos de la hermandad, donde se encuentra el referente de sus devociones.
Esta idea surgiテウ en el seno del grupo joven tras conocerse el caso de dos seテアoras que no pudieron recoger el pergamino que la corporaciテウn les iba a regalar cuando cumplieron las bodas de platino como hermanas. La hermandad les llevテウ el pergamino, un centro de flores y una foto de la Virgen de la Esperanza. Pero, ¿cuテ。ntos hermanos tendrテュan problemas similares?
Ante esta inquietud el grupo joven recogiテウ a los dos primeros hermanos impedidos para acompaテアarles a asistir a la Funciテウn del Seテアor de la Sentencia y asテュ se inaugurテウ el programa. El colectivo trasladテウ la idea al teniente de hermano mayor Manuel Garcテュa y al consiliaro de juventud Manuel Bello. La hicieron extensible a la junta de gobierno, que lo aprobテウ por unanimidad.
El programa tuvo tal テゥxito que se hizo extensivo a los otros colectivos macarenos -armaos, costaleros y diputados de tramo, etc-. Los grupos van rotando cada dテュa de recogida de ancianos. Asテュ mismo, hay cuatro categorテュas de voluntarios, dentro de cada grupo: con coche, acompaテアantes, voluntarios para recibir en la basテュlica a los ancianos una vez son recogidos y los que llaman por telテゥfono a los hermanos mayores de 70 aテアos.
Actualmente estテ。n apuntados al programa 136 voluntarios repartidos entre los distintos grupos y, hasta ahora, han recogido a 81 ancianos para que participen en los distintos cultos de la hermandad.
Cada grupo nombra un coordinador y se reunen periテウdicamente para planificar los dテュas. Por otra parte, se reparten por distritos a la hora de recoger a los ancianos, para no tener que desplazarse muy lejos.
Normalmente, como las personas que necesitan ayuda no avisan, los voluntarios que tienen asignada esta funciテウn llaman por telテゥfono ofreciテゥndose a ayudarlas ya sea mediante asistencia material o espiritual, tambiテゥn administrテ。ndole la comuniテウn llevando a cada casa al rector de la basテュlica. Algunos han solicitado que le lleven a ver a sus hermanos carnales, ya que en muchos casos sus circunstancias imposibilitan que puedan verse. Dado el buen funcionamiento que estテ。 teniendo el programa, se estテ。 elaborando unas fichas de cada hermano impedido donde se exponen sus circunstancias y necesidades. La hermandad gestiona una atenciテウn integral, ya sea con medicinas, teleasistencia, un contrato especial con Telefテウnica cuyo coste es inferior al habitual y otro tipo de ayuda.
Al ser un programa de asistencia a personas que son historia viva de la hermandad, la cantidad de anテゥcdotas e intrahistorias que disponen los voluntarios es enorme.
Uno de los casos que cuentan es el de Antonio Pテゥrez, nテコmero 4 de la corporaciテウn, que llevaba casi aテアo y medio sin bajar a la calle. Cuando lo recogieron, contaba que recordaba cuando se llevテウ al Seテアor de la Sentencia por la calle San Luis hasta su casa, junto a su abuelo y su padre, mientras se escuchaban disparos, en 1936. Casi ochenta aテアos despuテゥs de estos trテ。gicos sucesos, Juan Ruテュz, el hermano mayor, le dio unas potencias del Seテアor mientras lo cambiaban y Antonio se acercテウ al Seテアor y se puso a contarle cosas, como hacテュa cuando lo tenテュa en su casa.
Otra hermana, Josefa, asistiテウ a la misa y posterior via crucis del Seテアor de la Sentencia desde una silla en el atrio de la basテュlica. Se emocionテウ tanto que acabテウ haciendo el recorrido completo tras las andas del Cristo.
Esteban, un hermano con problemas de visiテウn, fue recogido por un armao y, tras la misa, se fue a un bar con algunos miembros de la centuria hasta las 23.30 horas. Su mujer cuenta que cuando llegテウ a casa se puso a llorar desconsoladamente por lo bien que le habテュan atendido.
Si alguien tuviera alguna duda de la labor social que realizan las hermandades, テゥste es un claro ejemplo de compromiso, dedicaciテウn y respeto de una hacia su mayor tesoro, amテゥn de sus imテ。genes: sus hermanos, su memoria, su historia.
lunes, 9 de junio de 2008

Hay historias que ponen el bello de punta y no precisamente de miedo. Aquella tarde en la capilla del Museo conocテュ un testimonio sobrecogedor de Manuel Caballero Pテゥrez, vestidor de la Virgen de las Aguas entre otras imテ。genes.
Este seテアor aseguraba que la marcha "Amarguras" no es de Manuel Font de Anta, sino de su hermano, Josテゥ Font de Anta. Cierto es que hay tres teorテュas sobre la ejecuciテウn de esta obra. La primera -y mテ。s extendida- seテアala que en el estudio sevillano de la Plaza de la Villa, se encontraban los dos hermanos, cuando recibieron una carta de su padre Manuel Font Fernテ。ndez, por entonces director de la Banda Municipal de Sevilla, en la que solicitaba a su hijo Manuel la composiciテウn de la marcha que para la Virgen de la Amargura, le habテュa encomendado en varias ocasiones. En la carta figuraba una bonita fotografテュa de la dolorosa que llevaba escrita la frase: “Ya que a mi no me haces caso, ¿serテュas capaz de negテ。rselo a la Virgen que te mando?". La versiテウn indica que, leテュda la carta, Manuel se sentテウ al piano y en pocas horas, compuso la melodテュa que instrumentarテュa su padre.
La segunda indica que meses antes de su muerte, Josテゥ Font de Anta se autoproclamaba co-autor de la composiciテウn, aceptando la primera parte de la versiテウn anterior e indicando que sentテ。ndose al piano comenzaron ambos a componer la marcha procesional.
La テコltima versiテウn surge cuatro aテアos despuテゥs del fallecimiento de Josテゥ Font de Anta, es decir, en 1992, cuando los hijos de este prestigioso violinista obligaron al productor de la pelテュcula "Semana Santa", Manuel Gutiテゥrrez Aragテウn, a incluir en los tテュtulos de crテゥdito del documental a su padre como autor de “Amarguras” y de “Soleテ。 dame la mano”, bajo la advertencia de impedir judicialmente la libre difusiテウn del film, basテ。ndose en disponer de documentos que acreditaban al citado compositor como autor de la partitura original.
La historia
Llegados a este punto, desgrano la historia que viviテウ Manuel Caballero, amigo de las hijas de Josテゥ Font de Anta.
Domingo de Ramos de 1988. La noche habテュa caテュdo sobre Sevilla cuando un silencio blanco se apoderaba de la calle Tetuテ。n. Venテュa remontando la cofradテュa el susodicho vestidor cuando a la altura de la Campana se encuentra con un apagado Josテゥ Font de Anta. Lo saluda y queda impresionado por su mal estado de salud. Vuelve la vista a la cofradテュa y ve de lejos el palio. Se despide.
Camina presuroso hasta que se encuentra de frente con el fiscal de paso al que, con mucho respeto, le dice: "hermano, en aquella esquina se encuentra Josテゥ Font de Anta, autor de la marcha de la Virgen, que probablemente sea la テコltima vez que la vea en la calle. Sテゥ que el horario es el horario, pero sテウlo le pido que, si puede ser, detenga a la Virgen en ese sitio. Muchas gracias". El nazareno asiente.
Cuテ。l serテュa su sorpresa que, cuando el palio llega a donde se encontraba el mテコsico, empieza a revirar con "Amarguras" y se arrテュa frente a un Font de Anta emocionado.
Curioso destino. Una marcha compuesta mirando una foto y, aテアos despuテゥs, es la Virgen quien mira al mテコsico al son de su marcha. Meses mテ。s tarde falleciテウ el citado compositor.

Salieron de Espaテアa en un viaje que creテュan de ida y vuelta. Sus padres les aseguraron que serテュa cuestiテウn de pocos meses. Pero la Guerra Civil se alargテウ de manera infernal hasta que los golpistas se impusieron y acabaron con el Gobierno de la Repテコblica. Ellos ya no regresaron.

Espaテアa estaba incendiテ。ndose. No sテウlo el calor de aquel mes de julio era lo que reducテュa a cenizas el corazテウn del paテュs.
Mientras la Repテコblica se desangraba, los ciudadanos asistテュan pavorosos a la crueldad del conflicto. Centenares de miles de muertos, ciudades asoladas… Aunque aテコn haya quien piense que las heridas se han cerrado, realmente no es asテュ. El mayor castigo de la guerra, como en cualquier conflicto, lo sufren los niテアos. Personas inocentes que cargaron con el peso de los errores cometidos por sus mayores tuvieron que abandonar el paテュs huテゥrfanos de padre y madre, para no volver.
En Barcelona, 456 niテアos huテゥrfanos e hijos de combatientes republicanos fueron exiliados a Centroamテゥrica por el Comitテゥ de Ayuda a los Niテアos del Pueblo Espaテアol, que presidテュa doテアa Amalia Solテウrzano, la esposa del Presidente de Mテゥxico, el general Lテ。zaro Cテ。rdenas del Rテュo.
En medio de grandes manifestaciones populares de bienvenida, llegaron al puerto de Veracruz el 7 de junio de 1937; al dテュa siguiente estaban en el Distrito Federal y el dテュa 10 en la ciudad de Morelia, donde fueron alojados en dos casas acondicionadas para instalar el internado y テ。reas docentes de la Escuela Industrial Espaテアa-Mテゥxico, de la que se nombrテウ director a Lamberto Moreno.



Llegan los problemas
Al morir electrocutado uno de ellos, Francisco Nabot Satorres, se amotinaron y lograron la destituciテウn del director, quien habテュa dado muestras de hispanofobia. Fue sustituido por Paula Nava, quien fracasテウ en el cargo. A fines del aテアo, llegテウ un nuevo director, Roberto Reyes Pテゥrez, quien sabedor de la corrupciテウn de algunos miembros del personal, se apoyテウ en profesores y empleados administrativos de filiaciテウn comunista para tener una relaciテウn menos tensa con los muchachos, de entre los cuales seleccionテウ a los que ejercテュan liderazgo sobre sus compaテアeros para imponer disciplina.
Una deficiencia de la educaciテウn recibida en Morelia fue que se omitiテウ toda atenciテウn a la historia de Espaテアa, lo que contribuyテウ a crear problemas de identidad entre los muchachos. Otro de los problemas fue el anticlericalismo de algunos niテアos, compartido plenamente por el director, que llevテウ a hostilidad contra los catテウlicos del grupo.
Por su parte los espaテアoles residentes en la ciudad se mostraron generosos con los niテアos, pero el afecto, y sobre todo el deseo de sustraerlos a la llamada educaciテウn socialista, motivaron algunos raptos, con frecuencia disfrazados de adopciテウn, la que solo podテュan autorizar las mテ。s altas autoridades de la Repテコblica.
En septiembre de 1939 habテュan dejado la escuela 167 niテアos, de los cuales cuatro eran desaparecidos, 21 se habテュan entregado a sus familiares, 16 al cテウnsul de Espaテアa Agustテュn Millares Carlo, 29 niテアas estaban con particulares por instrucciones presidenciales y nueve se entregaron a parientes y particulares reciテゥn llegados, por asテュ haberlo dicho el secretario de educaciテウn pテコblica.

Las cartas
“No pueden darse idea de mi sufrimiento. En un aテアo he perdido mi casa, mi marido y estoy separada de mi hijo. He buscado por todos los medios la manera de poder ir al lado de lo que me queda del mundo: ¡Mi hijo!”, escribiテウ Marテュa Rodrテュguez Pacheco, madre de un niテアo de once aテアos que en junio de 1937 fue embarcado rumbo a Mテゥxico.
Esta y otras 31 misivas han sido recuperadas gracias al empeテアo del Ateneo Espaテアol en Mテゥxico y de la Embajada de Espaテアa en ese paテュs que han reunido, bajo el tテュtulo La letra en que naciテウ la pena, una recopilaciテウn de las cartas dirigidas a la presidenta de Comitテゥ de Ayuda a los Niテアos del Pueblo Espaテアol, Marテュa de los テ]geles de Chテ。vez Orozco, durante los aテアos 1937 a 1939.
La crudeza de la separaciテウn la resumiテウ Ana Garrido en febrero de 1939 al reconocer aquel dテュa de junio en que embarcテウ a sus hijos: “Sentテュa que el mundo caテュa encima mテュo y me ahogaba y fui mテ。s sentimental o mテ。s cobarde que las otras madres, que al テコltimo momento hice que me dieran a mi hijo pequeテアo”.
Narraciones impactantes como la de la madre de Francisco Nebot, quien falleciテウ a los dos meses de llegar a Mテゥxico en un accidente fortuito: “He recibido sus cartas las que detallan los tristes dテュas vividos por la horrible desgracia en que perdiテウ la vida mi querido hijo”. A medida que la guerra se prolonga, la desesperaciテウn se apodera de las familias que piden ayuda a Marテュa de los テ]geles Chテ。vez para que intermedie ante el Gobierno de Cテ。rdenas y consiga que les acepten como refugiados.

Destino final
La mayorテュa de los niテアos nunca regresaron. Unos viven aテコn en Mテゥxico, otros ya han muerto. Hace pocos meses, los supervivientes de este exilio se reunieron con Zapatero, aunque su vida quedテウ marcada desde que partieron.
domingo, 8 de junio de 2008
(Publicado en la revista Pasiテウn en Sevilla de junio)

La extinciテウn de numerosas hermandades provocテウ el olvido de las imテ。genes que representaron el referente devocional de aquellos aテアos. Sin embargo, hoy en dテュa muchas de estas tallas continテコan recibiendo culto, aunque casi nadie se percate de su verdadera historia

La ciudad vivテュa tiempos difテュciles. Sevilla, tras la crisis profunda del XVII pierde su protagonismo econテウmico; los siglos XVIII y XIX estuvieron marcados por el retraimiento polテュtico y econテウmico de la ciudad, lo que provocテウ daテアos irreparables en el seno de muchas hermandades gremiales, que estaban sustentadas en la actividad comercial de sus integrantes. Otra circunstancia que se dio a lo largo de este periodo fueron las medidas institucionales que la Iglesia y el Gobierno implantaron para regular su funcionamiento –tal es el caso de las fusiones entre hermandades o las reformas de reglas obligadas-. En muchos casos, la situaciテウn se solucionaba mediante la aportaciテウn de un benefactor.
Sin embargo, no todas corrieron la misma suerte y desembocaron en una crisis que obligaba a la venta de enseres y a su extinciテウn. Aテアos despuテゥs, en algunos casos, eran revitalizadas; en otros, el olvido se apoderテウ de ellas y desaparecieron de la memoria histテウrica de la ciudad. Una ciudad que es traicionera con su historia. Actualmente, las cofradテュas extinguidas se ven sometidas a una omisiテウn que converge en el desconocimiento de la riqueza artテュstica y cultural de estas corporaciones. Pero su raテュz principal no ha muerto, sigue viva diseminada en muchos retablos de iglesias sevillanas. Otras, incluso, son actualmente titulares de hermandades y siguen siendo el referente de las devociones de muchos cofrades.

El Lavatorio
Fundada en la parroquia de San Esteban hacia 1598, se traslada al aテアo siguiente a Santa Marテュa la Blanca. Esta hermandad poseテュa tres imテ。genes titulares de reconocido valor artテュstico, bajo las advocaciones del Sagrado Lavatorio de Nuestro Seテアor Jesucristo, Santo Cristo del Mandato y Madre de Dios del Pテウpulo, que iban representadas en tres pasos la tarde del Viernes Santo. Sテウlo las dos テコltimas siguen conservadas en la capilla sacramental de Santa Marテュa la Blanca, cobijadas en un retablo junto con una talla de San Juan Evangelista.
El primero de los pasos representaba el pasaje bテュblico del Lavatorio de Jesucristo a los apテウstoles en la テコltima cena. El segundo, el crucificado del Mandato y, en el tercero, bajo palio, la Virgen del Pテウpulo.
Fueron pocos los aテアos en los que esta cofradテュa harテュa estaciテウn de penitencia. La crisis que sufriテウ tuvo lugar a partir de mediados del XVII, dejando de procesionar desde 1662. Sin embargo, a iniciativa del canテウnigo Justino de Neve Chaves, se fusiona con la hermandad sacramental en 1672. La uniテウn de estas dos corporaciones trajo consigo que el culto sacramental prevaleciera sobre el penitencial, a pesar de que las reglas especificaban que la fusiテウn no harテュa perder el derecho a hacer estaciテウn de penitencia a la Catedral.
Curiosamente, la Hermandad del Lavatorio no estテ。 extinguida en la actualidad, sino inactiva, ya que el culto sacramental siguiテウ desarrollテ。ndose hasta bien entrado el siglo XX, por lo que aテコn no han pasado los cien aテアos necesarios segテコn el Cテウdigo Canテウnico que regula las asociaciones religiosas.
En cuanto a las tallas, el Cristo del Mandato es obra del imaginero Diego Garcテュa de Santa Ana, fechada en 1599, el mismo aテアo que la hermandad se trasladテウ a Santa Marテュa la Blanca, y que estテ。 realizado en pasta policromada. Cuando fue terminado, un viajero solicitテウ llevテ。rselo hacia Amテゥrica, por lo que el autor tuvo que repetir la obra encargada por la hermandad el mismo aテアo de su fundaciテウn, entregテ。ndola un aテアo despuテゥs. Segテコn los historiadores, esta obra recuerda mucho al Cristo de la Expiraciテウn del Museo. Por otra parte, la advocaciテウn del Mandato viene dada por el mandato que dio Jesucristo a sus discテュpulos de “amaos los unos a los otros como yo os he amado”, y que テ瑛 cumpliテウ al ser crucificado.
La talla de la Virgen del Pテウpulo es obra anテウnima atribuida a Pedro Nieto hacia 1640, de candelero para vestir, realizada en pasta el rostro y en madera las manos. La advocaciテウn del Pテウpulo, viene de los agustinos descalzos, que consagraron su convento en el Arenal, dedicado a esta devociテウn mariana y de ahテュ el posterior nombre de cテ。rcel del Pテウpulo.
La talla de San Juan hay quien piensa que puede ser la antigua imagen del Seテアor del Lavatorio transformado, ya que mira hacia arriba estando en actitud de conversar con los apテウstoles mientras se encontraba arrodillado lavando los pies. Sin embargo, esta teorテュa queda descartada por documentos que indican que la hermandad
habテュa pagado “113 reales por la cabeza, manos y vestiduras de San Juan”.
El Buen Viaje
Esta cofradテュa trianera fue fundada en 1596 por maestres, seテアores de las naos y pasajeros a Indias, radicaba en Santa Ana, donde aテコn se conservan el Santテュsimo Cristo del Socorro y la Virgen del Buen Viaje. La estaciテウn de penitencia se efectuaba la noche del Miテゥrcoles Santo.
El decaimiento de esta cofradテュa tuvo lugar tras la fusiテウn con la hermandad de la Tentaciテウn de Cristo en el desierto y Nuestra Seテアora de los Peligros, que causテウ serios problemas en la corporaciテウn y acabテウ extinguiテゥndose a principios del XVIII.
La obra del crucificado se atribuye a Andrテゥs de Ocampo hacia 1620, dada sus semejanzas con el Cristo de la Fundaciテウn de Los Negritos, y se encuentra en la cabecera de la nave de la epテュstola, sobre la puerta que conduce a la sacristテュa.
La Virgen del Buen Viaje es una preciosa talla de candelero, anテウnima y fechada en la primera mitad del XVII, que procesionaba bajo palio. Esta imagen se encuentra a ras de suelo en la capilla del bautismo de Santa Ana. Las advocaciones, tanto del Cristo como de la Virgen, son alusivas a los mareantes, que imploraban socorro y buen viaje para sus travesテュas, al igual que sucedテュa en San Esteban, con el Seテアor de la Salud y Buen Viaje a quien le rezaban los viajeros que salテュan por la Puerta de Carmona.


Despedimiento y Virtudes
Esta hermandad fue fundada en 1565 y durante toda su historia sufriテウ numerosos traslados a otras sedes, al igual que sus imテ。genes, que han pasado de una punta a otra de la ciudad. Del Convento de San Agustテュn pasテウ a San Isidoro, donde se fusionテウ la originaria de las Virtudes con la del Despedimiento, haciendo estaciテウn de penitencia la tarde del Miテゥrcoles Santo. Se incorporテウ el misterio con la iconografテュa del Despedimiento de Jesucristo de su Santテュsima Madre, que estaba formado por el Seテアor, la Virgen, los apテウstoles y las tres marテュas, situadas de la misma forma que el misterio del Duelo. Ruテュz Gijテウn tallテウ las andas de este misterio.
La pテゥrdida del impuesto del pescado en 1818, gremio de la hermandad del Despedimiento, originテウ una grave crisis econテウmica, a pesar de la uniテウn con la hermandad del Dulce Nombre de Marテュa, que acabテウ por hacerla desaparecer.
Ademテ。s del misterio del Despedimiento –ya perdido-, procesionaba el crucificado de las Virtudes y, tras la fusiテウn con la hermandad del Dulce Nombre, una preciosa dolorosa.
El crucificado es una imagen anテウnima de finales del XVI, que desde 2001 se encuentra en la parroquia del Buen Pastor del barrio de Padre Pテュo, siendo trasladado desde la parroquia de San Gonzalo, donde llegテウ en 1974.
Por su parte, la Virgen del Dulce Nombre es obra de Juan de Astorga y hoy en dテュa es la titular de la Hermandad de los Estudiantes, bajo la advocaciテウn de la Angustia, a pesar de que estuvo a punto de ser la titular de la Hermandad de San Gonzalo antes de que la Hermandad encargara a Lafarque la hechura de la imagen que se incendiテウ aテアos despuテゥs.


Antigua, Siete Dolores y Compasiテウn
De todas las hermandades extinguidas, es probable que sea la mテ。s conocida. Esta seテアera hermandad se fundテウ a finales del XVI y gozテウ de gran popularidad, ademテ。s de estar muy vinculada a la nobleza.
Desde su capilla del convento de San Pablo (actualmente de Montserrat), hacテュa estaciテウn de penitencia el Jueves Santo a la Catedral, donde realizaba una ofrenda de cera a la Virgen de la Antigua del templo metropolitano. Contaba con dos pasos: en el primero, un nazareno de talla acadテゥmica bajo la advocaciテウn de Jesテコs Nazareno y en el segundo una dolorosa de talla completa arrodillada e iba bajo palio, con el nombre de Antigua, Siete Dolores y Compasiテウn.
A finales del siglo XVIII, la paupテゥrrima situaciテウn econテウmica obligテウ a los hermanos a vender todos los enseres, como el palio, que fue a parar a la Hermandad del Valle y sigue conservテ。ndose. La crisis acabテウ por hacer desaparecer la corporaciテウn y las imテ。genes quedaron situadas en la parroquia de la Magdalena.
El nazareno es actualmente titular de la Hermandad de la Candelaria, documentado a principios del XVII con atribuciones a Roldテ。n y Ocampo, siendo trasladado en 1880 a San Nicolテ。s por mediaciテウn del pテ。rroco que solicitテウ una imagen que ocupara el vacテュo devocional que dejテウ el Seテアor de la Salud de los Gitanos.
La Virgen, por su parte, durante la Semana Santa de 1920 y 1921 se situテウ a los pies del crucificado de las Misericordias de Santa Cruz, aunque en la reciente reposiciテウn de Stabat Mater la hermandad decidiテウ incorporar otra imagen. A dテュa de hoy, continテコa recibiendo culto en un retablo de un lateral de la parroquia de la Magdalena, enfrente de la Virgen de la Amparo, donde se ve sometida al olvido de un pueblo que, en su dテュa, la tuvo como una de sus principales referentes devocionales.

Ecce Homo y Virgen del Camino
Esta hermandad trianera estテ。 repleta de leyendas e intrahistorias dado el vacテュo histテウrico que la rodea. Se sabe que fue fundada en el hospital de los Santos Mテ。rtires de Triana, actualmente en la calle Pagテゥs del Corro, allテ。 por principios del XVI. La estaciテウn de penitencia a la parroquia de Santa Ana la realizaba el Jueves Santo con dos pasos.
La extinciテウn de la hermandad estuvo causada por la crisis que viviテウ el comercio a comienzos del XVIII. Cuando esto sucediテウ, las imテ。genes se trasladaron a la iglesia de los Remedios, donde, en 1868, fueron trasladadas de nuevo a Santa Ana. De allテュ, la Virgen del Camino fue a parar a San Nicolテ。s, coincidiendo con el traslado del Nazareno de la Antigua.
Por su parte, la imagen del Seテアor del Ecce Homo no se sabe exactamente donde acabテウ. Cuenta la leyenda que esta cofradテュa se fusionテウ con El Calvario, que estaba radicada en San Ildefonso.
Por este motivo, hay quienes piensan que la imagen del Ecce Homo se trasladテウ a esta iglesia y, de allテュ, a San Esteban, siendo la imagen actual de la corporaciテウn del Martes Santo bajo la advocaciテウn de Nuestro Padre Jesテコs de la Salud y Buen Viaje.
La Virgen del Camino es una talla de principios del XVIII de candelero arrodillada, siendo desconocida su autorテュa. Segテコn algunos historiadores, esta imagen tiene rasgos semejantes a la Virgen de la Amargura. Actualmente se encuentra situada en el retablo de la nave del Evangelio de San Nicolテ。s, el mismo sitio donde estuvieron situadas las imテ。genes de la cofradテュa de Los Gitanos, y donde probablemente compartiテウ retablo con el actual Seテアor de la Salud de la Candelaria.

Todas estas imテ。genes forman parte de nuestro pasado, de parte de la cultura del pueblo sevillano que, a pesar del olvido al que han sido sometidas, siguen ahテュ, vivas, esperando que alguien reactive la devociテウn que antaテアo tuvieron. La reactivaciテウn de la memoria histテウrica tambiテゥn es necesaria en el テ。mbito de las hermandades y cofradテュas.


(Publicado en ABC de Sevilla)


Corrテュa el aテアo 1521 cuando el I marquテゥs de Tarifa, Fadrique Enrテュquez de Ribera, llega a Sevilla de Tierra Santa y se instala en el Palacio de San Andrテゥs, que mandaron a construir sus padres Pedro Enrテュquez y Catalina de Ribera, que se encontraba cercano a una de las salidas de la ciudad, la Puerta de Carmona.
Cuenta la leyenda, que cuando el marquテゥs regresテウ, terminテウ de erigir el palacio bajo la inspiraciテウn del pretorio de Poncio Pilatos y de ahテュ el nombre de «Casa de Pilatos». En realidad, la nomenclatura viene dada porque este ilustre personaje quedテウ tan impresionado del via crucis que se organizaba en Jerusalテゥn, que comenzテウ a celebrarlo en Sevilla el primer viernes de marzo, partiendode la «capilla de las flagelaciones» de su palacio y concluyendo en un pilar de la Huerta de los テ]geles. Este recorrido piadoso simboliza los 997 metros (1321 pasos) que separaban el pretorio de Pilatos del Monte Calvario.
A partir de 1630, se cambiテウ el lugar de comienzo y de finalizaciテウn del via crucis, partiendo de la cruz que estテ。 ubicada en la fachada del actual Palacio de los Duques de Medinaceli y concluyendo en el humilladero de la Cruz del Campo, construテュdo 1380 por una cofradテュa de negros y cercano al pilar donde anteriormente finalizaba.
Un acto piadoso que estテ。 considerado por los historiadores como el origen de la Semana Santa. Desde ese momento, las cofradテュas realizaban estaciテウn de penitencia al Templete hasta 1873, siendo la Hermandad de los Negritos la テコltima en hacerlo, de ahテュ que se presida la «Cruz de las Toallas».
Pasa el tiempo y, en 1956, los descendientes del marquテゥs de Tarifa vuelven a restablecerlo, patrocinando a una nueva corporaciテウn que se habテュa creado en torno a este histテウrico culto, la Hermandad de la Pテュa Uniテウn, compuesta por los distintos hermanos mayores de las cofradテュas de Sevilla y hermanos que, desde entonces, se dan de alta voluntariamente. Se promueve que catorce hermandades costeen los azulejos que estテ。n situados en los puntos donde se rezaban las catoce estaciones y que estテ。n representadas las imテ。genes cristテュferas de esas hermandades.
Los dos primeros aテアos procesionaba el Cristo de Medinaceli de la casa de Pilatos y, el otro, un nazareno que se encontraba en un convento cercano. Sin embargo sテウlo durテウ siete aテアos, tras los cuales el cabildo general de la Pテュa Uniテウn decidiテウ rezarlo por el interior del palacio con el formato actual.

(Publicado en la web pasionensevilla.tv y en el Boletテュn de La Amargura)


En 2007 se han cumplido las bodas de plata de la Beatificaciテウn de Santa テ]gela de la Cruz. El 5 de noviembre de 1982 fue una fecha histテウrica para una Sevilla engalanada que se volcテウ con la visita del Papa Juan Pablo II. Segテコn comenta Pテゥrez Arangテシena en ABC, eran “dテュas que vale la pena vivir en presente, porque si la relevancia de un acontecimiento se mide por el tiempo de expectativa, nosotros llevamos dos mil aテアos esperando al Papa”.
Eran las cinco en punto de la tarde del domingo 31 de octubre cuando el Santo Padre bajaba la escalinata del aviテウn en Barajas, donde fue recibido por los Reyes. Desde el aeropuerto hasta el Ayuntamiento de Madrid estuvo acompaテアado por mテ。s de un millテウn de personas, tantas como se dieron cita al dテュa siguiente en las murallas de テ」ila para celebrar una eucaristテュa que daba el cierre a los actos del cuarto centenario de la muerte de Santa Teresa. Mientras, Sevilla se preparaba para la visita del Sumo Pontテュfice. El dテュa 3 de noviembre amanecテュa engalanada la Giralda con banderas vaticanas y tapices de la Purテュsima Concepciテウn y de Sor テ]gela. El altar de Juan Laureano de Pina se levantaba en la Feria. Todo estaba preparado para el gran dテュa, el dテュa que Sor テ]gela subiテウ a los altares.
Meses antes de esta trascendental cita, se promulgテウ el decreto que aprobaba el milagro que Sor テ]gela de la Cruz hizo por una joven sevillana, Concepciテウn Garcテュa, a quien una invocaciテウn a Madre la sacテウ del estado de coma y la curテウ de una gravテュsima neumonテュa, en 1938. Sevilla aguardaba impaciente, aテアos clamando por su beatificaciテウn quedaban atrテ。s, habテュa llegado el dテュa...
A las nueve menos cuarto de la maテアana llegaba a Sevilla Juan Pablo II acompaテアado por Monseテアor Amigo Vallejo. Desde que pisテウ nuestra ciudad, Su Santidad pudo percibir multitud de muestras de jテコbilo y emociテウn de los sevillanos que esperaron toda la noche en los lugares por los que pasarテュa el Papa.
La comitiva se detuvo en la Pasarela, donde el Ayuntamiento le dio oficialmente la bienvenida. La Banda Municipal interpretテウ varias marchas procesionales y el Alcalde, Don Luis Uruテアuela, le hizo entrega de las llaves de la ciudad.

La Eucaristテュa
El campo de la Feria se preparテウ para que mテ。s de medio millテウn de personas pudieran asistir a la ceremonia, que fue oficiada en castellano. El baldaquino, que presentaba un aspecto impresionante, recogテュa las imテ。genes de los Santos Patronos de Sevilla y, en la parte superior, aparecテュa un cuadro de Sor テ]gela, obra de Dubテゥ de Luque. La Eucaristテュa gozテウ de una gran participaciテウn. Destacテウ la presencia de Doテアa Marテュa de las Mercedes, que representテウ a la Familia Real. El cardenal Bueno Monreal, aunque se encontraba muy enfermo, pudo acudir a la Misa. El Santo Padre le mostrテウ su afecto con un abrazo, que fue aplaudido por la multitud. Habテュan llegado autobuses de todas las provincias andaluzas y peregrinos de Canarias. Mil quinientos sacerdotes repartieron la comuniテウn y, dado el gran nテコmero de asistentes se requiriテウ la ayuda del Ejテゥrcito, que aportテウ camiones para que los concelebrantes pudieran hacer accesible el Sacramento a los que estaban al final del llano de los Remedios. Durante la homilテュa, Juan Pablo II dedicテウ unas palabras a los problemas sociales y econテウmicos del campo andaluz, sin olvidar aspectos muy hondos de la religiosidad popular de nuestra tierra, como las hermandades y cofradテュas:
“La religiosidad que emana de vuestras cofradテュas y hermandades, creadas a lo largo de los siglos, debe ser respetada y cultivada como una forma de compromiso cristiano con las exigencias fundamentales del mensaje evangテゥlico. Para vestir plテ。sticamente sus sentimientos religiosos vuestro pueblo ha creado hermosas expresiones festivas o piadosas, que admira el mundo entero. Esta religiosidad es un vテ。lido camino hacia la plenitud de la salvaciテウn en Cristo”. Asテュ mismo, no podテュa faltar en la Misa algo consustancial de Sevilla: el baile de los Seises. Esta ofrenda supuso el colofテウn de la ceremonia de Beatificaciテウn.

En la Catedral
Posteriormente Su Santidad acudiテウ a la Catedral a orar ante la Virgen de los Reyes, que se encontraba en su paso tras haber salido extraordinariamente el 30 de octubre, con motivo de tan dichoso suceso. El recorrido hasta el templo metropolitano fue muy lento, debido al numeroso pテコblico que se encontraba en la Avenida de la Constituciテウn con banderas de Espaテアa y del Vaticano. El Papa, antes de entrar por la Puerta de la Asunciテウn, bendijo al pueblo sevillano como muestra de agradecimiento por su cテ。lida bienvenida, lo que provocテウ una salva de aplausos.
En el interior de la Catedral, ante la Patrona de la Archidiテウcesis sevillana se entonテウ una salve por todos los que se encontraban en el interior del templo. Tras esto, Juan Pablo II saliテウ a pie por la Puerta de Palos y se dirigiテウ al Palacio Arzobispal. Impresionante era el aspecto que presentaban la Plaza del Triunfo, la Plaza Virgen de los Reyes y las calles Mateos Gago y Alemanes. Miles de fieles ovacionaban a Su Santidad y la Giralda, engalanada, lo despedテュa con un repique de campanas. Una vez en el Palacio Arzobispal, desde el balcテウn agradeciテウ al pueblo sevillano su acogida y dirigiテウ el rezo del テ]gelus.

En el Convento
Un momento que quedarテ。 grabado en la memoria histテウrica de todos los sevillanos que vivieron el acontecimiento fue cuando el Papa acudiテウ al Convento para postrarse ante la tumba de Sor テ]gela. Aunque en un principio no estaba previsto, el Sumo Pontテュfice llegテウ a una calle Sor テ]gela de la Cruz atestada de pテコblico. El vehテュculo que lo traテュa se detuvo en la puerta del Convento, donde fue recibido por toda la congregaciテウn y por el Arzobispo. Una vez dentro se vivieron unos minutos de intimidad desbordante, como puede captar la instantテ。nea realizada por una de las Hermanas de la Cruz. Estos versos de Caro Romero exponen de manera explテュcita los acontecimientos vividos a la vuelta de la esquina de San Juan de la Palma:

“Y vino un aire de andaluza Roma.`Domine, fact ut videam´, Saulo dijo.
Y la calle era imテ。n de regocijo,
un pulmテウn de bandera y de paloma.

Las cuatro de una tarde policroma
en un camino de Emaテコs prolijo.
Helicテウptero, torre y crucifijo.
El pastor va de blanco por la loma.

Venテュa de estar con Juan y con Teresa,
purテュsimos caprichos de estudiante
que amテウ a Chopin por una polonesa.

Y sorprendido al no escuchar un grito,
no es de extraテアar que el dulce caminante
con Sor テ]gela hablara tan bajito”.

Es de destacar, por su buen hacer, el dispositivo de seguridad montado para proteger a Juan Pablo II. El aテアo anterior, concretamente el 13 de mayo, el Papa recibiテウ unos disparos que pudieron costarle la vida. Por ello, tanto la Policテュa Nacional como el Cuerpo Superior de Policテュa formaron un cordテウn para que nadie pudiera acercarse. Por otra parte, las terrazas de los edificios cercanos a donde se encontraba, en todo momento fueron tomadas por francotiradores de la Policテュa Nacional.
La visita del Sumo Pontテュfice habテュa sido tan importante, que las conclusiones de tan dichoso evento no pudieron extraerse hasta bien pasado el tiempo. Segテコn el diario ABC, “la jornada vivida ayer por el pueblo sevillano ha sido tan extraordinariamente rica que dejarテ。 huella en nuestra acciテウn futura. El comportamiento del pueblo, el contenido pastoral de la visita, las exigencias para los cristianos serテ。n motivos de anテ。lisis sosegado y profundo que servirテ。n de testimonio, de guテュa segura y estテュmulo para la esperanza. Lo テコnico que hoy debemos destacar es el comportamiento de los ciudadanos, su ejemplar seテアorテュo, la sensibilidad para captar la intencionalidad de la visita del Santo Padre, mテ。s allテ。 de la anテゥcdota histテウrica, es decir, asumiendo el compromiso de ser ejemplo de la Iglesia de Cristo. Gracias, Sevilla”.

El autor

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Periodista, licenciado en 2010 por la Universidad de Sevilla. Redactor interino de ABC y de la revista Pasiテウn en Sevilla.

Nueva etapa

Tener un blog debe ir acompaテアado de tiempo y, sobre todo, ganas. Quizテ。s haya sido la apatテュa la que ha generado que este espacio haya estado abandonado durante mテ。s de nueve meses.

Pero ahora, con un nuevo diseテアo y otros brテュos vuelve a estar activo. He utilizado un programa llamado Artisteer y creo que es el motivo de la repeticiテウn de la palabra "Trial". Si alguien sabe cテウmo arreglarlo, puede enviarme un correo a javiermacias86@gmail.com.

Pido disculpas desde aquテュ por todo este tiempo y os animo a visitarlo y participar.

Gracias.

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